El  transporte  en sus distintos ámbitos es una de las principales fuentes de contaminación y una de las causas que más contaminan el aire. 

El transporte motorizado sería el ganador como contaminante del medio ambiente y como consumidor de energía.

Con la llegada del frío, nos cuesta más coger la bicicleta o salir a hacer recados andando, y cogemos el coche para desplazamientos pequeños, en los que realmente podríamos prescindir de él.

Tenemos que pensar que evitando el transporte motorizado, no solo le damos un respiro al medioambiente, sino que además tanto a pie como en bicicleta, patín… estaremos contribuyendo a nuestro bienestar físico, a través del movimiento y bienestar mental resultante del ejercicio físico.

Dando un paseo hasta el trabajo ,por ejemplo, no dependemos del tráfico, atascos, … podemos aprovechar para escuchar nuestra canción favorita, algún podcast, despejar la mente de posibles atascos, y llegar más frescos a trabajar, y además quitarnos la preocupación de tener que buscar sitio.

Como veis ¡casi todo son ventajas!

Para no desistir a la mínima, es importante no hacer estos cambios radicalmente, si no incorporarlos poco a poco en nuestra rutina diaria. Por ejemplo empezando por uno o dos días ‘sin coche’, o salir a hacer recados a pie, etc.

¿Os animáis Gretogreeners?